viernes, 23 de mayo de 2014

Pescador

Esta entrada os la queremos dedicar a todos vosotros que nos seguís desde hace un año,que habeis entrado 26.000 veces a leer nuestras aventuras y

ESPECIALMENTE se la queremos dedicar a nuestros mayores que nos metieron esta fiebre en el cuerpo.



                                                           GRACIAS,GRACIAS,GRACIAS.


Cobijado en su viejo chaqueton, fiel compañero de mil batallas, camina por el sendero solitario. Cada arruga de su cara es una muesca cincelada por el paso de la vida. En el horizonte...un objetivo, una esperanza, un olvido.
El rocio de la mañana le susurra los peligros venideros; lo sabe, esa roca húmeda, traicionera le espera.
Escucha con atencion el rugido del mar, esta cerca, lo huele, lo siente...le sugiere
Al pie del acantilado, la inmensidad del mar le recibe; las gaviotas, alzan el vuelo cediendole su morada; con parsimonia, desliza la caña de su hombro posandola en el suelo y con la mirada del viejo zorro fija su vista en la rompiente, analizando la puesta. Comienza a descender, precavido, siempre alerta; el saliente elegido lo conoce bien, es comodo, el cuerpo no pide riesgos, no son necesarios, el mar le enseñó que no es necesario buscar reconditos lugares para pescar. Diez metros mas abajo, las olas tratan de escalar el muro que le separa del hombre ; metro y medio de ola no suponen una amenaza.
Quedan tres horas para la subida, una respiración profunda y monta su caña, la mima, su fiel amiga lo merece, nadie le ha dado mas alegrias que ella, treinta años la contemplan,  cientos de rozaduras hablan de batallas, perdidas, ganadas; para el no es algo simplemente material, es su ocio, su vicio, acaricia sus manos y en un suspiro le saca de tristes recuerdos y pensamientos que en ocasiones le atormentan; la vida no es facil, olvidar tampoco.
En un giro de brazo situa la boya donde quiere y comienza a pescar; hace tiempo que dejo de usar macizo, ya no importa,  la espalda le martiriza, no puede cargar con el, da igual; su mente empieza a escapar del lugar, lia un cigarro, ya no esta alli, la tragica pena de su corazon,  dejo un vacio imposible de llenar, no pudo despedirse, cuantas palabras, cuantas frases de cariño imaginadas a lo largo del tiempo le hubiera dicho, ahora se diluyen como agua en la lluvia... maldice los años perdidos en la fabrica, no era buen lugar para comenzar, tampoco lo era el roquedo para olvidar...o si.... en un suspiro desaparece la melancolia, lo mismo que tarda el corcho en desaparecer bajo las aguas; con un rapido golpe de muñeca clava el pez; la puntera se tensa nerviosa y agitada arrastrando el hilo en un movimiento desesperado; el sargo lucha por zafarse del engaño, demasiado tarde, la pericia del hombre dirige las embestidas hasta la base del acantilado, baja la caña y con impulso decidido saca la presa de su hábitat, aprovechando el ballesteo de la vara.
Una vez mas, la pesca se muestra benévola con el viejo...es la unica que arranca los tormentos de su alma...
No la dejara nunca...... soy pescador....

6 comentarios:

  1. Bonito relato, es la vida, ahora lo tienes todo y un minuto después nada. Yo lo tengo claro, disfruta todo lo que puedas, y yo eso lo hago en la mar, pescando.

    ResponderEliminar
  2. J.Manuel acertada reflexión compañero, Bendita afición tenemos; seguramente es lo unico que no perderemos jamas. Un saludo cordial y buena pesca

    ResponderEliminar
  3. Muy guapu el relatu.
    Me gusto como lo contaste.
    Salud.

    ResponderEliminar
  4. Gracias Chano; la verdad que los mayores merecen un monumento, no solo por sus enseñanzas pesqueras, si no tambien por sus principios. Un saludo camarada

    ResponderEliminar
  5. Hola compañero, gracias. Suerte con esas lobas, creo que ya van quedando menos algas y podras darles caza. Buena pesca!

    ResponderEliminar